martes, 25 de diciembre de 2007

Lo Mataste

Cuatro sirios que lloran con lágrimas de cera
Le hacen guardia al cadáver con inmenso dolor
E iluminan la noche, triste noche negra,
Preludio del sepelio del cuerpo que murió.

Van camino a la tumba sus pobres dolientes,
Entran al camposanto cargando el frío ataúd
Y a su última morada lo llevan inerte
Fruto de la paga de una vil traición.

A traición mala mujer le diste una puñalada,
Lo mataste sin piedad y sin importarte nada;
Sabias que el te amaba y que eras su adorada
Y aun así lo liquidaste con tu herida descarada.

Tú muy caro pagaras esta muerte innecesaria,
Este daño que causaste hoy será tu perdición,
La más fuerte condena tendrás ya toda tu vida
Pues jugaste con mi amor y mataste mi corazón.

Has matado un amor tan dulce, puro y sincero;
Amargada vivirás pues no creo que bajo el cielo,
Encuentres un corazón que se entregue por entero,
Como lo hizo este amor que mataste sin recelo.